Hay veces que me cuesta muchísimo decidirme por una fotografía u otra para agregarla a la galería. Siempre le veo algún defecto, algo por lo que no debería publicarla.

Anoche sucedió exactamente lo que describo, y como resultado la fotografía se quedo en mi disco duro oculta a los ojos de los demás.

Por suerte, esta mañana estaba mas despejado y cuando volví a verla, acabe convencido. Está claro que a veces necesito un descanso para aclararme. Llega un momento en el que uno acaba viciado de observar demasiado tiempo los mismos pixeles una y otra vez.

Habitualmente lo que hago es pasar a editar otra fotografía, y dejar la conflictiva para mas tarde. Es una forma de despejarme y aclarar mis ideas. Pero se ve que anoche tenía la cabeza mas dura que una pared de hormigón armado. A veces me pasa, que le vamos a hacer.

La fotografía la hice también en Matalascañas (Huelva), casi al lado de la playa. La combinación del atardecer y el mar es siempre agradable, espectacular. Me encanta. Y el faro me pareció un buen sitio al que dirigir mi cámara.

Los comentarios y criticas siempre se agradecen, al menos por mi parte. Así que ya sabéis 🙂