Este fin de semana lo he pasado en Madrid disfrutando del concierto del grupo Sonata Arctica en la Sala Heineken. Admito que prácticamente no los conocía antes de este concierto. Es más, su ultimo disco lo escuche hace un mes por primera vez, todo gracias a la amiga con la que fui al concierto. Ella si es fan de este grupo desde hace bastante tiempo.

¿Por que fui entonces a un concierto de un grupo que apenas conocía? La verdad es que me gusto lo poco que escuche de ellos, y admito que me encanta arriesgarme. Tenía ganas de escaparme un fin de semana fuera de Sevilla, y me apetecía disfrutar de un concierto. Hacía ya bastante tiempo que no iba a uno.

Lo cierto es, que he disfrutado muchísimo y no me arrepiento en absoluto de la decisión. Los grupos de metal suelen ser muy teatreros en el escenario, les gusta dar espectáculo y ganarse al público. El líder de la banda, Tony Kakko, tiene una voz muy buena y sabe muy bien como contentar a sus fans y no tan fans como yo. Ademas, estaba enfermo, paso gran parte del día en el hospital y aún así salio a actuar. Un profesional sin duda.

La Sala Heineken tiene muy buen sonido, no es como la Sala Q que tenemos en Sevilla. Esta última tiene un sonido horrible y con eco. El defecto que le veo a la Sala Heineken es que tiene en mitad de la misma una barra, que es molesta para ver el concierto si te toca estar detrás de ella. Por lo demás no tengo quejas, me gustan las salas pequeñas, mas intimas, donde tienes al grupo muy cerca. Es todo mas agradable, se disfruta más. Mi amiga y yo estábamos muy bien colocados y disfrutamos del concierto a la perfección y con todo detalle.

Para rematar, los dos grupos teloneros me gustaron bastante. Sobre todo el grupo Delain, que cantaban justo antes de Sonata Arctica. Me gusto mucho la voz de Charlotte Wessels y el contraste de la misma con el resto de componentes del grupo.

El año que viene, si Sonata Arctica vuelve a España, quiero volver a verlos. Sin duda se han ganado un nuevo fan.

Página oficial del grupo.